Según dijo a Télam el jefe de la comisaría 51, Carlos Cheroni, los incidentes empezaron una vez terminado el juego, cuando los hinchas locales debieron aguardar más de 25 minutos la desconcentración de sus pares auriazules.
Ante tal situación, los simpatizantes `millonarios` se impacientaron y comenzaron a arrojar proyectiles variados a los distintos agentes del orden (998 estuvieron afectados al operativo), quienes replicaron con bombas de gas lacrimógeno.