El crack de River se animó a hablar sobre su presente futbolístico y sobre su estado de ánimo que tanto afecta su vida. A pesar de no profundizar sobre su adicción al alcohol, el ídolo del “Millo” dijo que le molesta cuando "se ensañan con buscarle la vuelta" a su problema en los medios de comunicación.
"Soy una persona como cualquiera, que tiene problemas como cualquiera. Y trato de resolverlos lo mejor que puedo. O vivir lo más feliz que puedo", dijo Ortega en una entrevista a Clarín y Olé.
El pasado domingo, el Burrito casi tuvo su regreso triunfal al equipo de sus amores con un tiro libre que no fue gol ante Godoy Cruz porque el travesaño se lo impidió. Hubiera sido una enorme alegría para el jugador, que confesó que es “feliz jugando a la pelota”.
El jugador dijo respetar las opiniones de los periodistas, porque es su trabajo, pero aclaró: "Tengo sentimientos y me duelen muchas críticas", sobre todo por su familia.
Cuando está triste, Ortega se aferra a sus hijos y a su esposa, o busca charlar con sus amigos del pueblo. Su fiel amigo y compañero de River es Matías Almeyda: "Me descargo así, contando cosas y llorando, llorando también. Cuando estoy solo, lloro. Muchas veces dicen que te hace bien, ¿no? Me descargo como puedo".
En la entrevista, Ariel aclaró que aquella salida de la concentración previa al partido contra Lanús fue "un momento de calentura, de impotencia". Aseguró que "fue un momento de descarga, de decir: ´Y bueno, que se vaya todo al carajo´’". Pero destacó, una vez más, que es feliz jugando a la pelota. "Es lo que más me gusta, es lo que más disfruto. El fútbol es mi lugar en el mundo", declaró a los medios.
Ortega no obvió hablar del presente de River, remarcando que extraña sumar de a tres, pelear el torneo, al tiempo que agradeció el acompañamiento de la gente "millonaria" porque "siempre llena el estadio".
En cuanto a Leonardo Astrada, actual DT del equipo millonario y ex compañero en la cancha, destacó que lo entiende porque "hay un equipo, un grupo atrás que se merece respeto. Y yo trato de respetar. No es que todo tiene que girar alrededor mío, no es así". Se refería al pedido del técnico de que cambie sus actitudes. Lo cierto es que cada vez que el Burrito entre a un estadio, la pelota le roba una sonrisa y se olvida de sus problemas, esos que aún no puede superar.
Fuente/ 26noticias.com.ar
