Pero los diez días en los que estuvo allí le alcanzaron y sobraron para querer volverse, ya que entre otras cosas sufrió temperaturas que superaban los 14 grados bajo cero y tuvo que comer en el piso sin calzado.
Por eso decidió volver a Huracán, donde fue recibido con losbrazos abiertos: "Me encontré con cosas que no esperaba... y las comidas eran verdaderamente indigeribles", contó Padra en diálogo con Télam. (Télam).-