"Todos buscaron la forma, la manera para que pudiera hacer el gol. Tuve varias (situaciones) y si en la última erraba me tenía que ir de la cancha. Esto es increíble, por suerte uno es insistente y va siempre en busca de algo más. Además el equipo funciónó bien, tuvo un juego agresivo por momentos y también trabajó bien en defensa", subrayó Palermo al término del partido.
La "negra racha" del histórico goleador xeneize se extendió por 953 minutos, los que jugó durante los 11 partidos que Boca afrontó en ese torneo Clausura.
A diferencias de otros encuentros, Palermo jugó un buen partido, con bastante más movilidad que en anteriores ocasiones, y antes de su gol tuvo dos muy claras ocasiones para convertir, en una su cabezazo se estrelló contra el travesaño y en la otra escena en la que el defensor Luciano Ospina evitó la conversión.
El reconocimiento, no sólo le llegó de parte de sus compañeros, sino también de los hinchas, quienes en todo momento, como en anteriores partidos, le habían mostrado el apoyo a pesar de la "sequía".