Whitaker, de 38 años, cumplía una pena por un incidente de tránsito, en enero pasado, cuando la policía fue a su casa para un control de rutina y le encontró cocaína en su poder, lo que le costó un nuevo castigo.
El ex boxeador negó que fuera consumidor, pero dos meses después debió internarse en un hospital por una sobredosis que lo dejó al borde de la muerte, por lo que debió admitir su adicción y fue reenviado a juicio. (Télam-SNI).