"Si esto es el fútbol, atenazado por una crisis económica sin precedentes y destruido por la violencia, quizás será mejor pararlo, al menos por seis meses, para que reflexionemos sobre lo que está ocurriendo", dijo Campana.
El episodio más grave ocurrió en la cancha de Cagliari, donde un fanático local, que este lunes fue detenido, invadió el campo y golpeó desde atrás al arquero Emanuele Manitta, de Messina, quien salió en camilla del campo, por lo que el partido, de la Serie B, debió ser suspendido. (Télam-SNI)