El karateca porteño, de 24 años y representante del club Santa Lucía del barrio de Barracas, conquistó la duodécima presea para la delegación albiceleste en estos JJ.PP., luego de que la lucha decisiva finalizara igualada 2-2.
Y entonces, los jurados aplicaron el criterio del hantei, que significa que la victoria se adjudica a aquel luchador que muestra mayores destrezas sobre el tatami.
A falta de doce segundos para el cierre de la brega, el argentino caía 1-2 y aplicó un golpe que le permitió nivelar la pizarra.
"No lo puedo creer. Trabajé muy duro para esto. Y estoy demasiado emocionado, todavía no caigo", le dijo Pinzas a Télam, minutos después de culminado el combate, con la presea colgándole en el pecho.
Para arriba a la instancia decisiva, el argentino, que en mayo pasado había logrado el tercer puesto y medalla de bronce en la cuarta fecha de la Premier League en San Pablo, inició su camino con paso firme: 9-1 al cubano Maikel Noriega.
Luego, Pinzas edificó otros dos triunfos convincentes sobre el chileno Israel Santana (5-0) y el canadiense Leiring Chung (4-0), que lo depositaron en una de las semifinales.
Ya en la instancia de los cuatro mejores, el estudiante de kinesiología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) se anotó una victoria ajustada sobre el mexicano Daniel Vargas (2-0).
Ya en la final, Pinzas arrancó en desventaja con el dominicano Ferreras, que tomó diferencia de dos y parecía encaminarse hacia el oro.
"No dejé de pelear hasta el último segundo. Eso me ayudó a llegar al empate y sabía que los jueces iban a evaluar mejor mi tarea, porque siempre aposté a ganar", ratificó.
A su vez, Marcelo Campanella, técnico del seleccionado hace diez años, advirtió que Pinzas "ganó bien".
"Veníamos abajo dos puntos, en dos cruces que aprovechó el dominicano (Ferreras). La estrategia fue bien planificada. Fuimos a levantar la pelea y lo empatamos sobre el final", le contó el entrenador, de 56 años, a Télam.
"Los jueces evalúan quién toma la iniciativa y quién aplica mayor cantidad de golpes y movimientos de ataque. Eso es lo que premian y por eso se inclinan", explicó en relación a la decisión tomada para acreditarle el triunfo al karateca porteño, cuarta medalla de oro en la historia de la disciplina en los Juegos Panamericanos y tercera en individuales (la primera y anterior se había dado en Mar del Plata 1995, con Christian Chutchurru, en kata) y Francisco Nievas en 2007 en la categoría hasta 60 kilos.
"Este pibe es uno de los mayores talentos que tiene el karate en la Argentina. Es puro talento natural. Técnicamente hace todo perfecto. Su cabeza es ideal cuando está al ciento por ciento", elogió Campanella.
"Mi viejo me inculcó el amor por el karate. Empecé a los seis años en Santa Lucía", resumió, por último, Pinzas, respecto de la entidad de baby fútbol de Barracas en la que hoy funciona un club de jubilados, en el que todavía se enseña karate.
Fuente: Télam
