River y Gimnasia y Esgrima de La Plata igualaron sin goles este domingo en el Estadio Ciudad de La Plata, en otro de los partidos que cerró la novena fecha del torneo Apertura.
En la primera etapa, el conjunto dirigido por Diego Simeone tuvo la pelota y se jugó en campo del “Lobo”, no por ello el equipo de Núñez lastimó demasiado, expuesto a los contragolpes de los conducidos por Leonardo Madelón que se quedaron en buenas intensiones.
El desarrollo en el comienzo fue acorde a la pobre realidad de ambos en el campeonato, disputaron la pelota y jugaron sin arcos hasta los 35 minutos, cuando parecieron darse cuenta que no le brindaban espectáculo a los hinchas que se acercaron a La Plata.
Los signos de impotencia del conjunto “millonario” se vislumbraron cuando Buonanotte le pegó desde afuera del área a los 37, lo que representó un “tirito” para el arquero Gastón Sessa.
Igual circunstancia pero con más peligro propuso el paraguayo Santiago Salcedo dos minutos después, cuyo gol frente a Racing para festejar por primera vez con la camiseta de River pareció un espejismo teniendo en cuenta que no mejoró su rendimiento.
La única del “Lobo” estuvo en la cabeza de Néstor Martinena, después de un centro desde la derecha del Alvaro Ormeño, pero el remate se fue desviado ante los ojos de un tranquilo Marcelo Ojeda.
Lo último de los primeros 45 minutos fue un remate peligroso de Leonardo Ponzio que atajó muy bien Sessa.
El trámite del complemento insinuó ser diferente cuando, a los 3 minutos, Matías Abelairas envió un centro desde la izquierda para que se luzca Sessa después del cabezazo de Salcedo.
Decididamente las palabras de Simeone en el vestuario surgieron efecto en sus dirigidos de River, que sin ser claros le aportaron algo de vértigo a su juego, algo que los platenses contrarrestaron con esfuerzo y entusiasmo.
Esas mismas ganas que tuvo Diego Villar, a los 20’, para rematar y exigir una buena respuesta de Ojeda, casi un espectador de lujo a esa altura aunque la pelota circuló en varias oportunidades por el su área.
A partir de ahí el conjunto local se hizo cargo del desconcierto “millonario” y fue a buscar la ventaja, que no pudo concretar Diego Alonso al tomar una mala decisión y pensar en un pase cuando la jugada pedía que remate al arco.
Los visitantes comenzaron a abusar del pelotazo y centros cruzados para la cabeza de Salcedo y Andrés Ríos cuando ingresó, ante la bien plantada defensa platense.
El partido ganó en emotividad con el golpe por golpe, iniciado por Piatti y un rebote en Facundo Quiroga que bien pudo ser otro gol en contra del defensor, y un remate forzado de Mauro Rosales que se fue por arriba.
Diego Buonanotte, Mauro Rosales y Salcedo se pudieron adjudicar el triunfo en el final del partido pero Sessa, quien a esa altura era la figura de su equipo, y la suerte volvieron a ahogar el grito de gol para sentenciar un 0 a 0 que pasará rápido al olvido.
