La definición del pleito, que estaba pactado a 10 rounds, ocurrió cuando iba a comenzar el octavo capítulo y desde el rincón de Béaz, con buen criterio, voló la toalla que decretó el nocaut técnico en favor del boxeador de Caleta Olivia.
Castro fue un ganador lógico y legítimo en una pelea donde lo tuvo de protagonista absoluto, ya que desde el primer momento del pleito dominó a voluntad a su rival que sólo mostró guapeza y mucha vergüenza, pero en ningún pasaje de la pelea logró llegar a comprometer el triunfo del popular "Roña".
( Télam)