Es que apenas durante esa segunda etapa los riverplatenses gozaron de 15 jugadas, nada menos, para convertir ante un azorado Martín Ríos.
La síntesis analítica del encuentro hay que dividirla cronológicamente en un primer tiempo en que se jugó a una cosa y otro en el que se lo hizo a otra. O mejor dicho los protagonistas lo hicieron. (Télam)