Sólo queda el Santos para salvar el prestigio brasileño.
Noche de miércoles para Brasil en la Copa Libertadores.
El primer golpe de miércoles para Brasil lo dio Peñarol en Porto Alegre: con su historia de grande copero a cuestas el “Manya” fue a Porto alegre y se dio un gustazo: dio vuelta el partido y ganó 2-1 para enmudecer a la gente de Internacional y hacer historia justo ante el campoeón vigente. El de los argentinos D´Alessandro, Guiñazú, Bolatti y el suplente Cavenaghi. Y uno de los tantos orientales, del pentacampeón copero gurí lo gritó otro compatriota, Martinuccio, que por Argentina pasara por el Chicago de Matederos hoy peleando por ser desde la tercera categoría del fútbol de acá.
Según aporta el portal de noticias Montevideo.com.uy, la victoria de Peñarol en Porto Alegre fue mucho más que un batacazo en esta Copa Libertadores. Cortó dos rachas de larga data, todas relacionadas con su rival.
- Pasaron 18 años con 20 partidos en Beira Río para que Inter perdiera allí. En esta Copa aún no había caído. Ni siquiera había recibido goles ante Jorge Wilstermann, Jaguares de Chiapas y Emelec.
- El segundo mejor primero de esta Libertadores, campeón defensor de la edición 2010, llevaba 10 victorias consecutivas desde su último empate, el 28 de marzo de 2007 ante élez Sarsfield. A la miércoles.
Miércoles... que noche para los brasileños que continuaría con la inesperada eliminación del hasta ayer “Cuco de la Copa”: Cruzeiro, que goleó a Estudiantes acá y allá, que venía invicto y además jugaba con la tranquilidad de haberse traído una victoria por 2-1 en Manizales. Cruzeiro, sí, Cruzeiro cayó 2 a 0 en Belo Horizonte ante el colombiano Once Caldas y chau chau adiós de la Copa Libertadroes, esa que lo daba como uno de los más serios candidatos. Y el “Once”, el mismísimo humilde conjunto colombiano que le arrebatará una Copa nada menos que al mismísimo Boca de Bianchi pasó contra todos los pronósticos y ahora irá por el único brasileño sobreviviente, el Santos en cuartos de final.
A la miércoles: El tercer brasileño que quedó en el camino es Gremio, aunque su adiós no sorprende demasiado ya que su suerte quedó echada en la ida cuando la Universidad Católica se impusiera por 2-1. En tierras trasandinas los dirigidos por el argentino Juan Antonio Pizzi ganaron 1 a 0, con gol de Milovan Milosevic y así la Católica quedó entre los mejores ocho del máximo torneo continental.
Qué miércoles. La debacle carioca no terminó ahí. El último campeón brasileño, que había empezado muy mal y remontado partido partido para quedarse con un lugar en octavos, también mancó. El Fluminense de Conca, de Fred, de Moura, el que había eliminado a Argentinos en la Paternal sobre la hora como también roto las ilusiones de Nacional de Uruguay, también se quedó afuera en Paraguay. Ante el Libertad del uruguayo “Goyo” Pérez, que venía de caer 3 a 1 en Brasil y que le “devolvió gentilezas” goleándolo 3 a 0 y bajándolo a la realidad de no poder avanzar en el máximo torneo continental como cuando eliminó a un por entonces entonado Boca Juniors - que no disputará su preciado torneo por tercera edición consecutiva - y luego cayera ante la Liga de Quito, otro campeón copero, que este jueves tendrá que remontar un 3 a 0 en su Casa Blanca ante el Vélez argentino de andar firme y seguro en Copa y torneo local, más allá de lagún traspié inesperado del que se recuperó como si Quilmes no hubiera ocurrido.
Miércoles, Miércoles...Cambia todo cambia: lo que hace una semana nomás era alabanza periodística para el país pentacampeón por haber colocado a sus cinco representantes en octavos, en donde empieza la verdadera Copa Libertadores, hoy ya no es.
Sólo queda el Santos y por él irá el Once Caldas, verdugo del Cruzeiro.
El Carnaval de ayer nomás devino en funeral de miércoles. Los sueños cariocas se fueron a la miércoles, sepultados por uruguayos, colombianos, chilenos y paraguayos.
La Latinoamérica futbolística se unió, cual Patria Grande del balompié, y resonó, un miércoles, con sus matices y sonidos, bajo un mismo idioma.
La lengua brasileña, en tanto, quedó afuera y multiplicada por cuatro, no para mofarse, sino jadeando y sin aliento. Hecha miércoles.
Fuente: 26noticias.com.ar
