Los ejercicios permitieron inferir la ausencia de cambios en la estructura del equipo nacional dirigido por Bielsa, independientemente de la rotación de los nombres.
El entrenador dividió el grupo de jugadores de acuerdo a su condición de diestros o zurdos y trabajó en forma detallada por todos los sectores de un campo delimitado en diferentes parcelas.
Los "extremos" y "carrileros" ensayaron centros con pelota en movimientos mientras los defensores pugnaban por evitarlos contra la línea de fondo. (Télam).-