Para Evo Morales, este primer día del Dakar en Bolivia ha sido “una jornada deportiva, una jornada de integración, una jornada en la que Bolivia ha sido el centro del mundo”. El presidente boliviano podía dar fe de estas declaraciones, puesto que ha vivido este día del Dakar sobrevolando los últimos kilómetros de la etapa para ver terminar a los primeros pilotos, justo antes de descender hasta la línea de meta de la especial de hoy y constatar el entusiasmo popular por la carrera. En Noel Mariaca, donde terminaba la sección cronometrada, se concentraban varios millares de personas que, aun blandiendo banderas bolivianas, animaban sin cesar a todos los pilotos que hacían su aparición. El baño de multitudes de Evo Morales a la llegada de los pilotos quedará como un momento único en la historia de la prueba.
En las callejuelas de la ciudad no cabía ni un alma, y las cuerdas extendidas a lo largo de las aceras servían para mantener a la multitud a cierta distancia del pódium y de los lugares por los que pasaban los competidores. Uyuni ha dado un ejemplo absoluto de civismo deportivo; por su parte, Evo Morales ha podido ver a un pueblo generoso y solidario que animaba a todo el mundo. “He visto a mineros que venían de sus cooperativas, he visto a indios con sus trajes tradicionales, he visto a todo un país movilizado a través de todas sus instituciones, ¡he visto a un pueblo feliz! Esto nunca lo olvidaremos”.