"No me tienen que agradecer, yo hice un esfuerzo en lo económico para cumplir un sueño, pero me tratan muy bien. Argentina no tiene los niveles económicos de otros países pero por suerte me puedo dar el lujo de resignar eso para ser el entrenador de la Selección, algo que tenía muchas ganas de hacer", señaló Velasco, acompañado por el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Espínola; el presidente de la FeVA, Juan Antonio Gutiérrez; Mario Moccia, representante del COA y el Enard, y Hernán García, de la comercializadora ProEnter.
"Como argentino y como deportista le quiero dar las gracias a Velasco por su decisión de venir. Muchos trabajaron para traerlo pero es un referente que tiene una gran experiencia que nos va a venir bien a todos. Vamos a seguir trabajando juntos para poner a Argentina en lo más alto del mundo. Queremos generar una estructura y un espacio desde el Estado, con políticas que sirvan a nuestro alto rendimiento y al deporte para toda la sociedad", declaró "Camau" Espínola.
Velasco, quien revolucionó al vóley en Italia ganando todo con la selección de ese país en la década del 90 y se convirtió en un referente también para el fútbol (fue director deportivo en Lazio e Inter), explicó: "Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero en los últimos años me he dedicado a romper dichos y espero romper este también. Para dar un salto de calidad, Argentina debe consolidar una identidad y arreglar sus defectos. Creo mucho en el trabajo de equipo".
El platense, que no volvió a trabajar en la Argentina desde que fue el asistente del coreano Young Wan Sohn en el Mundial 82, donde la Selección obtuvo la histórica medalla de bronce, adelantó que trabajará con dos grupos de jugadores (habrá selección A y B) en el Cenard y que aún le falta definir a su cuerpo técnico, en el que ya están confirmados Julián Alvarez, Camilo Soto y Martín López.
"Nunca prometí resultados pero sí que vamos a trabajar para que estén orgullosos del equipo. Cuando un equipo da el máximo, se comporta como se debe y es un ejemplo, cumplió con su responsabilidad. Si además de eso consigue resultados, entonces va a adquirir popularidad. Todo tiene que servir para que más gente juegue al vóley", consideró Velasco.
Con respecto a sus predecesores en la Selección (Daniel Castellani, Jon Uriarte y el último, Javier Weber), Velasco aseguró desconocer los detalles de sus procesos y salidas, pero manifestó que "en la Argentina tenemos tendencia a oponernos y a ideologizar cosas que no son ideologías. Yo no tengo mi vóley. No creo que el responsable sea el entrenador mismo. A veces pasa que uno no logra encontrarle la vuelta".
"Me parece que hay que respetar las formas de cada entenador aunque no se compartan. Muchas veces no se buscan problemas para identificarlos sino que se busca un culpable. Pero el culpable se va y el problema sigue ahí. Yo lo que siempre busqué es convencer a los jugadores. El entrenador debe convencer a los jugadores para que hagan lo que piensa que es mejor. Hay que tener mucha convicción y mucha humildad", agregó.
El flamante entrenador de la selección, que este año tendrá como competencias la Liga Mundial (mayo a julio) y el Mundial de Polonia (del 30 de agosto al 21 de septiembre), contó que viajará viernes y sábado a Belo Horizonte, Brasil, para ver a UPCN de San Juan y a Boca en el Sudamericano de clubes ("me interesa verlos contra los equipos brasileños"), y el lunes será espectador de Lomas-Sarmiento de Chaco, por la Liga Argentina.
Fuente: Télam
