El que generó la primera acción de peligro fue el equipo de Walter Perazzo. Cuando transcurría el primer cuarto de hora, los sureños emplearon una jugada practicada en la semana, que no terminó con el resultado esperado por escasos centímetros. Leonardo Gil se paró frente a un tiro libre con aspiraciones a disparar al arco, sin embargo, el colorado engañó a todos con una asistencia para Ezequiel Cerutti. El delantero se movió rápido y remató al palo más lejano de Sebastián Sosa, quien se vio favorecido por la fortuna "velezana".
Siete minutos más tarde, una jugada iniciada por Roberto Nanni, continuada por Héctor Canteros y concluida por Leandro Desábato terminó en el primer grito de la tarde. Dando muestras de la principal virtud que tiene la entidad de Villa Luro, el impecable cabezazo del volante dejó sin chances a Nereo Champagne. Sin dudas, el 1 a 0 parecía insuficiente, ya que Mauro Zárate estrelló un remate contra el travesaño que hizo temblar a toda la parcialidad del "Aurinegro". La victoria visitante estaba justificada, aunque faltara un tiempo por disputarse.
El amanecer del complemento despertó con la confirmación del triunfo porteño. La misma triangulación que derivó en la primera conquista fue partícipe del 2 a 0. Nanni, Desábato y Canteros fueron los responsables del segundo grito visitante, aunque en este caso la polémica se presentó en la mano con la que "Tito" marcó el tanto. De todos modos, como el jugador no tuvo la intención, Pablo Díaz convalidó el festejo del líder del certamen.
Los problemas para el "Turu" Flores comenzaron a aparecer a falta de media hora para el cierre. La inocencia de Facundo Cardozo dejó al "Fortín" con diez jugadores: el lateral, quien había sido amonestado en el primer tiempo, volvió a observar la cartulina amarilla por juego brusco. Con la inferioridad numérica, el técnico envió a la cancha a Emiliano Papa para rearmar la línea defensiva.
Fuente: infobae.com
