Además, los importadores no estarán obligados a informar el gobierno sobre la compra de los productos incluidos en la lista antes de la concretación del negocio, lo que, en la práctica, significa que las licencias serán concedidas en forma automática.
"Por lo tanto, no cambiará mucho en la vida de las empresas. Esa medida no representa un retroceso, sino que es una medida temporal, vigente por plazo indeterminado y, hasta cierto punto, necesaria en un momento de crisis", dijo el dirigente empresario.
De este modo, el gobierno del presidente Lula buscaría atenuar las preocupaciones de los socios del Mercosur, que consideran esas medidas como restrictivas del intercambio en el bloque y violataria de los protocoles del bloque y también de la Organización Mundial de Comercio.
Decisión conflictiva para la región
En la semana pasada, el gobierno brasileño dio a conocer una lista de productos cuya importación estaría sujeta a licencia previa, lo que generó preocupación entre los socios comerciales del país y también entre empresarios locales, que temían dificultades para sus negocios.
La nómina de productos afectados por la medida incluye textiles, cereales, hierro y acero, bienes de capital, instrumentos óptimos y quirúrgicos, muebles y juguetes.
Giannetti aseguró que, ante la decisión del gobierno de flexibilizar el sistema, ninguna industria nacional enfrentará problemas de escasez de insumos importados: "Para prohibir (la importación), habrá que haber una justificación, no se hará nada en forma arbitraria".
Las trabas burocráticas a las importaciones fueron adoptadas en momentos que Brasil enfrenta una fuerte caida en el superávit de su balanza comercial, atribuida principalmente al aumento de las importaciones. Esa situación se agravó este año, después que la crisis financiera internacional hizo disminuir el monto de las importaciones de Brasil, que acumuló un déficit comercial de u$s645 M hasta el 25 de enero pasado.
Fuente: DPA