Agregó que también castigó a "una Nación que, desde hace una década y con muchísimo esfuerzo, cumple de forma fiel sus compromisos internacionales", y señaló que "el país ingresó en cesación de pagos en 2001, luego de varias décadas de aplicación rigurosa de las políticas neoliberales y de ejecución de las recetas dictadas por los organismos financieros internacionales".
"Ello provocó desempleo, pobreza, crecimiento desmesurado de la deuda y la quiebra nacional, sumergiendo a la Argentina en la crisis más profunda de su historia", agregó la central.
También subrayó que desde hace diez años y en ese contexto tan desfavorable, el país -en sintonía con la nuevas propuestas construidas con las naciones hermanas de la región-, comenzó a ejecutar una política económica soberana y basada en especial en un sostenido crecimiento económico con inclusión social y distribución de la renta, generando un proceso autónomo y racional para saldar sus deudas externas e internas heredadas.
"Primero se canceló la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI); se firmó un acuerdo con el 93 por ciento de los acreedores; se cumplieron de forma estricta las obligaciones emanadas de esos acuerdos y se logró recientemente un entendimiento definitivo para cancelar la carga que aún existía con el Club de París", agregó.
"La resolución de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, que no hizo lugar al reclamo del gobierno argentino injusta"
Las centrales puntualizaron que la Argentina sostuvo y sostiene la decisión de continuar negociando, incluso con la ínfima minoría que se niega a reestructurar la deuda, lógica y racionalmente.
En ese sentido, afirmaron que el fallo avalado por la Corte estadounidense "es irresponsable, porque no se hace cargo de los enormes riesgos que para el orden mundial plantea la crisis que afecta a muchos de los países centrales, convalidando la ambición de grupos financieros por encima de la soberanía nacional".
"Estos fallos son un injusto castigo a las políticas soberanas argentinas y la luz verde para iniciar una gran embestida global para intentar doblegar y arrodillar a los países que procuran limitar al capital financiero internacional", subrayaron.
Las centrales indicaron que también procura disciplinar y atemorizar a los gobiernos regionales que demostraron capacidad para frenar el negocio del capital especulativo, priorizando la inversión productiva y el aumento de los recursos para sostener políticas sociales y de distribución de la renta, hallando en la integración regional la forma de terminar con la dependencia.
Las centrales se pronunciaron por "levantar la voz y articular las acciones necesarias para impedir el éxito de esa extorsión, que es una gran estafa a las naciones, que consolida una pesada hipoteca que recaerá sobre la espalda de varias futuras generaciones y que condena al hambre y miseria al conjunto de los pueblos".
También reclamaron de los gobiernos "una respuesta contundente para confrontar esas pretensiones coloniales de una minoría especuladora" y profundizar "la integración para construir un especio soberano con desarrollo, democracia y justicia social".
Las centrales convocaron a los trabajadores a "no ceder ante el chantaje, a defender lo conquistado y a movilizarse en defensa de la soberanía, el futuro y un mundo más justo e inclusivo".
La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur está integrada por la PIT-CNT de Uruguay; la CUT, UGT-CTB, Forca Sindical y CGTB de Brasil; la CGT y CTA de la Argentina; la CNT y la CUT Auténtica de Paraguay y la UNETE, CTV y CBST de Venezuela.
Fuente: Télam