Se suma a la ventaja del acuerdo bilateral, la rebaja en los aranceles de importación, del 16,4 al 15,3, implementado por el gran país oriental a partir de este año, y la disminución de las restricciones a las importaciones, especialmente las cuotas de importación, que China decidió en los últimos años.
Pero estos factores externos no serían suficientes para reactivar las ventas externas sino estuviesen acompañados por un nuevo tipo de cambio, más favorable a las exportaciones.
(Télam)