Hoy se realizó la segunda votación sobre los aspectos previos al inicio formal de la discusión del futuro marco regulatorio, que tendrá a su cargo definir la metodología para la resolución de deudas soberanas.
La votación de hoy fue "abrumadora" a favor de la posición argentina sostenida por el G77+China, ya los votos positivos incluso fueron mayores a los de septiembre pasado, cuando se aprobó la necesidad de crear una nuevo sistema de quiebras para países.
Significa que se traza un camino donde finalmente saldrá a la luz un sistema legal para los defaults de países, algo que fue históricamente resistido por los países miembros del G7, integrado por las naciones más desarrolladas del mundo.
En esta vuelta, fueron 128 votos de países miembros de Naciones Unidas los que votaron a favor, cuando en la asamblea del 9 de septiembre habían sido 124.
Antes de la votación, el representante de Estados Unidos pidió la palabra para explicar su posición en contra de la propuesta, cosa que hizo en duros términos. Luego, pidieron la palabra Sudan, Egipto e India, además de la Argentina, que estuvo representada por la delegada ante Naciones Unidas, Marita Perceval.
Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros, representan a los países que no quieren que salga a la luz este nuevo marco legal, y sólo apoyan que se modifiquen los contratos para futuras emisiones de deuda.
El representante de Sudán dijo que "no podemos permitir que los mismos países y organismos que nos hundieron y nos llevaron a la miseria pretendan ser los únicos que tengan la decisión y el voto de cómo resolver la deuda soberana de los países".
Dentro de las naciones que apoyan la discusión del nuevo marco también se encuentra China, país al que el canciller Héctor Timerman describió como un "gran aliado".
La comunidad internacional comenzó en los últimos meses a moverse de manera acelerada y sorprendente en contra del accionar de los fondos buitre, tras el revés que sufrió la Argentina en la Justicia de EEUU.
Se sabe que con la redacción de los nuevos contratos y la precisión del "pari passu" para evitar la interpretación del juez Thomas Griesa, no alcanza, y que hay 600.000 millones de dólares emitido con la vieja cláusula, que podrían tener el mismo problema que hoy enfrenta Argentina.
Los países de África son uno de los focos de atención de los fondos buitre tras el fallo de Griesa. La prueba de esto es que el pasado 9 de julio, un juez neoyorquino votó a favor de estos fondos altamente especulativos por una deuda contraída por el Congo en los ´80. El país africano enfrenta peligros de embargos, incluso de dinero de ayuda internacional, siendo uno de los más pobres del mundo.
Granada enfrenta un juicio similar, cuando en el 2013 un banco de Taiwan invocó el pari passu de Griesa, por mencionar sólo dos casos.
Según distintos relevamientos, los países de América latina y África acumulan 106 juicios contra los holdouts desde mediados de los 70 hasta la fecha.
Y ya hay abogados internacionales que advierten que por el fallo de Griesa, los fondos buitre están acelerando su vuelo rapaz para adquirir más deuda vieja "no protegida".
Timerman reconoció en Quito, tras la inauguración de la sede de la Unasur, que "a pesar de la enorme presión que recibieron de parte de muchos países y de algunos organismos internacionales, hubo un apoyo abrumador hacia la posición de Argentina y el G77".
"Esto indica que otra vez más tuvimos un triunfo" a favor del insistente reclamo "para que ningún país vuelva a sufrir lo que sufrió la Argentina" con su problema de la deuda externa "y un litigio interminable contra los fondos buitre", dijo el canciller durante un contacto mantenido con la prensa.
Timerman reveló que Argentina presentará ante la ONU un proyecto para que comiencen las negociaciones en la primera o segunda semana de enero, con un cronograma que incluirá tres encuentros, con expertos internacionales, organismos internacionales, para que luego quede redactado el primer marco legal para quiebras de países.
"Se volvió a repetir el apoyo masivo de todos los países el mundo, y a la necesidad de que Naciones Unidas escriba, redacte y apruebe un marco regulatorio para que de una vez por todas sean todos los países los que decidan cómo se resuelven las deudas soberanas, y no solamente la justicia de un país o las decisiones a veces inentendibles de un juez", subrayó Timerman.
"Lamentablemente algunos de los países que deberían estar, porque son responsables con lo que ocurre deudas soberanas, se han dedicado a boicotear todo el proceso", concluyó el canciller argentino.
Fuente: Télam
