Los representantes de los siete países más industrializados (G-7) se aprestaban a reunirse esta noche, al margen de los eventos agendados por la reunión, para evaluar la transición después de la caída del régimen de Saddam Hussein y gestionar el aplazamiento de la deuda externa iraquí, calculada en unos 120 mil millones de dólares.
El avance de las tropas aliadas y la toma de Bagdad -pese a la resistencia que aún se mantiene en zonas aisladas de Irak- hizo crecer el optimismo entre las máximas autoridades económicas delmundo. (Télam)