La estafa había sido organizada por tres empresarios de Dallas, Texas, a través de la empresa Provident Royalties, cuyos bienes fueron congelados y secuestrados por la SEC, según un despacho de la agencia de noticias Ansa.
El organismo supervisor acusa a los tres inversores de haber estafado a por lo menos 7.700 personas entre 2006 y enero de 2009, prometiendo rendimientos de 18% para colocaciones en sectores como petróleo y gas natural.
Empero, según la SEC, sólo la mitad de los fondos recaudados por los acusados fueron invertidos realmente.
La otra mitad sirvió para pagar los beneficios prometidos a los inversores precedentes, hasta que el esquema piramidal se agotó, como el de Madoff, por carecer de fondos suficientes para afrontar todas las obligaciones.