Lo que más llama la atención es que algunas críticas y planteamientos diversos provienen del interior de la institución, un elemento constante desde que la FED decidió hace algunos años implementar programas de estímulo monetario tras el estallido de la crisis económica en 2008.
El presidente del Banco de la FED de la ciudad de Richmond, Jeffrey Lacker, afirmó que la reciente decisión de la entidad de mantener las compras mensuales de bonos perjudicó su credibilidad y criticó dichas adquisiciones, particularmente de las hipotecas, al opinar que constituyen una política fiscal y abren a la institución a tener una mayor intromisión política.
La institución enfrentará un escenario difícil si reduce la política de estímulo monetario este mes después de que sorprendió a los mercados al mantener sin cambios su programa de adquisición de activos en septiembre, subrayó.
Añadió que los esfuerzos para asegurar al público que las tasas de interés permanecerán cerca de cero durante años podrían dañar la confianza y al crecimiento económico.
Por su parte, el presidente de la FED de Nueva York, William Dudley, evitó descartar una reducción, antes de que finalice el año del programa de compras de bonos.
La FED anunció que mantendrá sus medidas de incentivo, debido a que el aumento de precios está contenido y persiste la debilidad del mercado laboral
La decisión dependerá de los datos económicos y no del tiempo, afirmó Dudley ante medios de prensa.
El directivo defendió la decisión del banco central de no recortar su agresivo programa de compras de bonos, pese a que los inversionistas esperaban una reducción en ese tipo de estímulo.
El ente emisor anunció que mantendrá sus medidas de incentivo, debido a que el aumento de precios está contenido y persiste la debilidad del mercado laboral.
Su presidente, Ben Bernanke, declaró que una política altamente expansiva aún era necesaria durante el futuro previsible, aunque hace menos de tres meses expresó que la economía se estaba expandiendo lo suficiente como para retirar el incentivo a mediados de 2014, según despacho de la agencia Prensa Latina.
En 2008 la institución inició una campaña para proteger a la economía estadounidense, que incluyó la adquisición de bonos y la disminución de las tasas de interés a mínimos históricos.
Sin embargo, los expertos insisten en que los mensajes mixtos de los responsables de la entidad, en cuanto al futuro de la política monetaria, generan dudas entre los inversores.
Fuente: Télam