Por ese motivo el organismo de crédito recomienda "una política fiscal más austera ahora incrementaría el espacio fiscal para reaccionar ante la crisis que pueda deparar el futuro".
De acuerdo al informe -titulado "Cómo América Latina y el Caribe puede escapar del menor crecimiento mundial"- el crecimiento anual de la región será de 3,9% hacia 2017, en contraste con un índice del 4,8% alcanzado durante el lustro 2002-2007 que culminó en la crisis financiera.
De acuerdo a la agencia Bloomberg, el texto elaborado por el organismo señala que "el espacio para la política monetaria se ha achicado y las expectativas sostenidas de menor crecimiento marcan un límite con respecto a lo que la política monetaria puede conseguir".
"Balances fiscales más débiles son motivo de preocupación bajo ciertas circunstancias", señala el documento.
El análisis reconoce que hay una ventana de oportunidad para aumentar los niveles del ahorro interno en la región y sugiere que los países deberían pensar en reformas de los sistemas de pensiones y de seguridad social, y en otras reformas financieras para aumentar el ahorro de largo plazo en moneda local.
Además, los analistas del BID indicaron que disminuir los niveles de informalidad, y aumentar la base impositiva y la proporción de población que interactúa con el sistema financiero formal, debería producir beneficios.
En el informe el BID define a América Latina y el Caribe como una región de pequeñas economías abiertas que superó relativamente bien la última crisis y parece haber ganado terreno en términos de resistencia a perturbaciones negativas.
Sin embargo, estima que la caída en los precios de los productos primarios y una disminución del ritmo de crecimiento del comercio puede tener un "efecto desalentador" en el crecimiento de la región.
El organismo también consideró que las últimas noticias en Estados Unidos "no permiten discernir un panorama claro", debido a que el crecimiento menguó por el desapalancamiento del sector privado y la incertidumbre que aún persiste sobre el marco de políticas, en especial la de tipo fiscal.
"Si el ahorro interno aumenta y mejoran los marcos regulatorios e institucionales que regulan la inversión en infraestructura, puede que la región sea capaz de reducir las importantes brechas de infraestructura existentes e impulsar el crecimiento económico", concluye el informe.
Fuente: Télam