La divisa, que tuvo una semana "negra", se derrumbó influenciado por un horizonte tormentoso, en el que Brasil deberá hacer frente a importantes vencimientos de deuda y elegir en segunda vuelta a su próximo presidente, lo que suma incertidumbre sobre el futuro de la economía brasileña y desconfianza de los inversores extranjeros.
Las medidas del Banco Central, anunciadas el último día de la semana por el director de política monetaria, Luiz Fernando Figuereido, amplían el requerimiento de patrimonio y de capital que los bancos deben tener en relación a su exposición en moneda extranjera. (Télam)