El crecimiento de los recursos se debió principalmente a la mayor recaudación en los aportes y contribuciones a la seguridad social, de 30,4% anual, y a los incrementos en los ingresos tributarios, de 27,3%.
La expansión en la recaudación tributaria estuvo explicada por el buen desempeño del IVA-DGI, con un crecimiento de 34,9%; y de Ganancias, con 45,7%.
Por su parte, el crecimiento del gasto corriente se mantuvo en consonancia con los meses previos, en 46,2% interanual, a partir del "sostenimiento de aquellos programas enmarcados dentro de las políticas prioritarias impulsadas por el Gobierno durante los últimos 11 años".
Las prestaciones de la seguridad social subieron 32,9% anual, impulsadas por el aumento bianual establecido por la Ley de Movilidad Jubilatoria.
Por su parte, las transferencias corrientes a personas y empresas privadas alcanzaron los $ 21.848,5 millones, debido tanto a erogaciones de carácter social, donde se destacan las distintas coberturas brindadas por el Pami, las asignaciones familiares, incluyendo la Universal por Hijo (AUH), y la ejecución del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (Progresar), como a aquellas con finalidad económica a través de planes vinculados con el sostenimiento de las tarifas eléctricas y del transporte automotor, y al estímulo a la inyección de excedente de gas natural.
Por último, el Palacio de Hacienda destacó que los gastos de capital se incrementaron 71,2% anual, principalmente por la inversión financiera originada en el sostenido impulso otorgado al programa de viviendas familiares Procrear, por las erogaciones en inversión real directa correspondientes a las centrales de Embalse, Atucha I y Arsat, y por la inversión en infraestructura en todo el territorio nacional, a través de la Dirección Nacional de Vialidad.
Fuente: Télam