Si todo va sobre rieles, no pasaría de “mediados de febrero” el tiempo en que la Argentina presentará al Club de París una propuesta concreta, dijeron a la agencia Télam fuentes cercanas a la negociación.
Los contactos se iniciaron formalmente con la visita de la delegación argentina que encabezó el ministro de Economía, Amado Boudou, en diciembre pasado, luego que la entidad diera el visto bueno al reclamo formulado por el Gobierno de excluir al FMI de la negocociación.
En este contexto, la cartera económica mantiene la meta de terminar de renegociar la deuda “al finalizar el primer semestre” del año. La deuda con el Club de Paris asciende a 6.276 millones de dólares entre capital e intereses impagos, al 30 de septiembre de 2010, según los últimos datos de deuda conocidos esta semana.
La misma representa unos 200 millones más que lo computado al 30 de junio debido a diferencias de cambio, producidas por la distinta composición de las monedas en las cuales se originó la deuda. El grueso se encuentra en yenes y en euros, debido a que Japón y Alemania son los principales acreedores.
A dicho monto falta computarle un adicional en concepto de intereses compensatorios y punitorios , según consta en cada uno de los contratos de los créditos que totalizan los 6.276 millones adeudados.
Un cálculo preliminar no oficial estimó un piso de 1.000 millones de dólares adicionales. Este monto será "objeto de la negociación” que se lleva adelante por estos días para terminar de conciliar la deuda, dijeron las fuentes de Economía, que evitaron precisar cifras.
Según se acordó en París, el canal de diálogo en la contraparte será encabezado por Ramón Fernández, el presidente del Club. Fernández es secundado por Delphin Damarzit, quien negociará los aspectos técnicos finales con el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino.
En el Gobierno aspiran a lograr el mayor de los plazos posibles para la reestructuración, lo que será el aspecto prioritario de la negociación, en comparación con la tasa y el monto final a reestructurar, según manifestaron.
Desde el Gobierno consideran que la situación argentina no tiene comparación con la de Angola ni con la de Nigeria, dos países que lograron renegociar su deuda sin la intervención del FMI, como pidió la Argentina.
Por un lado, porque el 80% de la deuda que tenían dichos países estaba en manos de un acreedor y, por otro, porque el grueso de los compromisos que mantenían aún no se encontraba vencido al momento de la renegociación.
En el caso argentino, hay mayor cantidad de acreedores involucrados, y la deuda que aún queda por vencer representa menos del 4% del total.
Más allá de esta particularidad, la crisis internacional y los pedidos de las matrices europeas que presionan a sus gobiernos para cerrar un acuerdo con la mira en una disminución en el costo del crédito, juegan a favor de la Argentina.
Los japoneses se encuentran entre los más interesados en conseguir financiamiento blando de sus matrices y agencias de crédito, y prevén inversiones en sectores de los más diversos, como en energía eólica.
El arreglo de la deuda con el Club de París es la última etapa en la serie de reestructuraciones que encaró el Gobierno desde 2003, después de la declaración de cesación de pagos de la deuda pública bajo el breve gobierno de Adolfo Rodríguez Saá en los primeros días del 2002.
Esta negociación busca complementar el canje de deuda privado que se realizó en 2005 y se reabrió en el 2010, y que logró entre 94% y 95% de aceptación de los tenedores de los título por valor de 81.800 millones de dólares iniciales cuyo pago fue suspendido en 2002. (Telam)