No obstante, la incógnita es saber con qué votos el gobierno obtendrá la aprobación del tratado.
La semana pasada, el PS llamó a sus diputados a respetar la "disciplina de voto" y el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, exigió a su bancada "responsabilidad" para "mantener a Francia dentro de una zona euro solidaria", aclarando que la consecuencia de un voto negativo francés podría "ocasionar una crisis política y el derrumbe de la unión monetaria".
En el entorno de Ayrault confían en alcanzar el objetivo de aprobar el pacto europeo con votos propios.
Caso contrario, el gobierno socialista quedará debilitado a sólo cinco meses de haber asumido el poder y a pocos días de buscar la aprobación del riguroso presupuesto 2013, que prevé 30.000 mil millones de euros de ajuste y es rechazado por el 55% de la población, según una encuesta publicada por el canal BFM TV.
"Estoy absolutamente en contra del tratado creado por ´Merkozy´ que no ha sido renegociado. Hace 15 años que siempre es el mismo debate, a cada nuevo tratado el PS argumenta que es una etapa necesaria para construir una Europa social que no llega nunca", afirmó, en declaraciones radiales, el diputado socialista Emanuel Maurel, una de las caras visibles del rechazo "oficial".
Maurel sostiene que su negativa se basa en la intención de mostrar una señal de "alerta constructiva" para que su partido "no repita los errores del pasado al no escuchar los reclamos de los trabajadores".
Las críticas al pacto presupuestario no sólo llegan desde la izquierda.
Una quincena de diputados de la conservadora Unión por una Mayoría Popular (UMP) anunciaron en conferencia de prensa que votarán contra el tratado por considerar que Francia perderá "soberanía presupuestaria" y porque "será la Unión Europa quien redacte el presupuesto".
No obstante, la mayoría de la UMP votará a favor del texto por considerarlo propio, al reivindicar el diseño del mismo por parte del ex presidente Nicolas Sarkozy junto a la canciller alemana, Angela Merkel, en octubre de 2011.
Desde mañana el texto será examinado y debatido por el Senado, donde el PS también posee mayoría propia, y la semana próxima los senadores deberán votar para ratificar el pacto europeo.
Fuente: Télam