El país busca obtener con el canje al menos un 60% de aceptación para su retorno a los mercados internacionales de crédito, sobre una cesación de pagos que asciende a unos 18.300 millones de dólares.
"El viernes entraron (otros) 120 millones de dólares. Hoy (estamos en un) 54 por ciento (de aceptación del canje)", sostuvo Boudou ante la prensa durante un mensaje por el Día del Periodista.
Argentina postergó dos semanas, hasta el 22 de junio, el cierre de la inmensa operación, en medio de la turbulencia de los mercados externos, debido a un pedido de bancos italianos a raíz de la sobrecarga operativa junto a la tensión fiscal que se vive en Europa.
Originalmente, la operación estaba prevista para concluir el 7 de junio, desde su lanzamiento el 3 de mayo.
En una primera fase, centrada en los inversionistas institucionales y cerrada el 12 de mayo, el Gobierno ya se había asegurado cerca del 46% de participación.
"Parece que el Gobierno alcanzará la meta de 60% de participación. Pero el punto fundamental es que esa meta es muy baja", dijo a Reuters Alberto Ramos, economista senior en Goldman Sachs.
Ramos agregó que para que el canje sea considerado exitoso la adhesión debería superar el 80%, debido a que los bonistas con deuda impaga remanente "continuarían llevando riesgos legales significativos al Gobierno".
El canje debe enfrentar actualmente la volatilidad del mercado mundial por la crisis de deuda y fiscal en Europa, que afecta los precios de los bonos del país, haciendo menos atractiva la propuesta oficial de dar nuevos títulos.
La turbulencia externa ya frenó la colocación de un bono por 1.000 millones de dólares que el Gobierno había anunciado como una oferta paralela a la operación de canje.
Aproximadamente una cuarta parte de los acreedores rechazó una dura oferta de reestructuración de deuda incumplida hecha en el 2005.
Muchos de esos inversores presentaron demandas judiciales para recuperar el valor total de sus bonos impagos, bloqueando el acceso de Argentina a los mercados internacionales de capital.
Boudou redoblará esfuerzos para seducir, principalmente, a los tenedores de títulos italianos. El ritmo de ingreso crece en Italia entre u$s100 y u$s150 millones por día.
De continuar con esa tendencia, la aceptación a la reestructuración de deuda rozaría los u$s11.000 millones, o el 60,1% de los u$s18.300 millones que permanecen en default desde fines de 2001.
Los acreedores minoristas tienen u$s4 mil millones en bonos impagos y de ellos, u$s3 mil millones están en manos italianas.
El Gobierno promocionará la propuesta en medios italianos por un lado y bancos de ese país insistirán ante sus clientes con la oferta por el otro, según informa el diario El Cronista.
Asimismo, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, volverán a Europa hacia fines de la semana, para convencer a bonistas italianos y alemanes.
Fuente: Infobae