Cabe recordar que en 1921, el habitante promedio argentino demandó 53,7 kilos de carne y no bajó de los 60 kilos anuales hasta la crisis de 2002 y después a pesar de los saqueos y toque de queda, el principio de la devaluación se consumieron 3 kilos más por habitante que en 2011 según informa el diario El Cronista.
Ni la crisis del ‘30 ni la Segunda Guerra Mundial vieron los valores de consumo del año pasado. Menos vacas por habitante argentino, altos precios y opciones sustitutas cambiaron radicalmente la composición de la dieta argentina desde aquellos años a esta parte. infobae.com