Mientras la inflación acumulada, de acuerdo al promedio ponderado de los índices de los institutos provinciales, fue de 346,7 por ciento en la última década, las ventas crecieron en cantidades en el mismo lapso entre 472 y 1.565 por ciento, superando ampliamente la variación de precios, dando cuenta que el consumo nunca se retrajo.
El análisis subrayó que la política económica instaurada en 2003 por el kirchnerismo, "se tradujo en un incremento del poder adquisitivo de los sectores populares, con un importante impacto en los indicadores de consumo".
Así remarcó que en estos diez años "se observó un notable crecimiento en las compras de los sectores de menores recursos debido a su mayor propensión a adquirir bienes de primera necesidad y, por ende, destinar buena parte de sus ingresos para tal fin".
No obstante, puntualizó que "el aumento del consumo no se limitó a los alimentos primarios, sino que también se vio reflejado en bienes durables como electrodomésticos, artículos tecnológicos, automóviles".
"Tal situación derivó en un importante incentivo para las pequeñas y medianas empresas que encontraron un ingente mercado para desarrollarse y créditos a tasa subsidiada para poder incrementar su dimensión de negocios y abastecer a esta creciente demanda", sostuvo el GEENaP.
Del análisis, elaborado en base a datos del Ministerio de Economía y las cámaras que agrupan a los sectores productores de bienes para el mercado interno, se destaca que "en la década creció la participación del consumo privado de 66,2 a 69,6 por ciento del total del producto bruto nacional, lo cual implicó un aumento de casi 1.000 millones de pesos volcados al mercado interno".
"Neteando el aumento del consumo derivado del efecto precios, es decir, usando una base de precios constantes de 1993, puede notarse un incremento cercano a 90 por ciento en los diez años, lo cual representa un 7,36 de aumento promedio interanual", precisó el informe.
Del mismo modo, para los sectores de comercio "el impacto positivo fue inmediato ya que todos los distintos rubros mantuvieron una dinámica de mejora progresiva, y tanto minoristas como mayoristas, crecieron 113 por ciento en sus ventas en la década, lo que representa casi un 9 anual".
De acuerdo al análisis, al interior de muchos rubros representativos del consumo de las familias y que son usualmente comerciados en centros de compras, ya sea en bienes durables como no durables.
"Dado que el análisis es realizado a lo largo de diez años, suele escucharse de parte de los economistas neoliberales el argumento de que cualquier incremento en las variables económicas que marcan las bondades de nuestro modelo se explican solamente por motivos inflacionarios", señaló el GEENaP.
En consecuencia consideró que "un buen mecanismo para rebatir esa falacia es estudiar el aumento en variables sensibles para el bienestar de los argentinos en comparación al cambio en los precios".
"Para evitar ataques tangenciales sobre el IPC, por ejemplo, se puede utilizar un promedio ponderado de los índices de los institutos provinciales; este índice es usualmente conocido como IPC de las provincias", precisó el informe.
Al respecto, mientras el IPC-Provincias acumuló en la década una inflación de 346,7 por ciento; las ventas de amoblamiento, decoración, y textiles para el hogar, crecieron en cantidad 472,1; las de alimentos y bebidas, 479,8; las de artículos de limpieza y perfumería, 488,2; y las de librería, 508.
También los rubros de diversión y esparcimiento acumularon un incremento de 607,3 por ciento; perfumería y farmacia, 613,5; indumentaria, calzado y marroquinería, 623,6; juguetería, 646,4; patios de comida, alimentos y kioscos, 845,6; electrónicos y artículos para el hogar, 1.107,3; ropa y accesorios deportivos, 1.190,2; y electrónicos, CD y electrodomésticos, 1.565,5.
"Como puede verse, ninguno de estos grandes rubros de artículos reveló un incremento de las ventas totales menor al escenario más significativo de incrementos de precios a lo largo de estos diez años", puntualizó el GEENaP.
Fuente: Télam