Cuando Obama asumió la presidencia en enero de 2009, en pleno estallido de la crisis mundial, el déficit era del 9,2 por ciento del PIB.
Se trata de la caída más rápida y duradera desde la Segunda Guerra Mundial, dijo el secretario del Tesoro Jacob Lew a través de un comunicado.
En vista de las grandes deudas públicas, al asumir Obama había anunciado un drástrico programa de ahorro que prevía reducir a la mitad en los próximos cuatro años el déficit presupuestario de 1,3 billones de dólares.
Pese a que bajó el déficit presupuestario, Estados Unidos tiene una deuda de más de 17 billones de dólares.
El Congreso elevó el techo de la deuda hasta el 7 de febrero de 2014, tras una larga discusión.
Fuente: Télam