De manera que en las pantallas de las principales casas de cambio de la "city" porteña se exhibió 4,29 pesos para la compra y valor casi uniforme de 4,34 para la venta, frente a los 4,335 que se pedían siete días atrás.
En las mesas de cambio se destacó el papel del Banco Central, que se ve facilitado por el ingreso de divisas del sector agroexportador y termina engrosando las reservas para equilibrar la liquidez el mercado.
"Con los compradores desplazados de mercado, el Banco Central asume el rol de principal sostén de los precios mediante compras que vuelven a superar el centenar de millones diarios", señala uno de los informes cambiarios más consultados en la "city".
En el mercado mayorista del Siopel el "billete-físico" entre bancos y el tipo transferencia se negociaron a 4,312 pesos. De las operaciones a término surgió un valor de 4,325 pesos para los contratos que vencen a fin de mes, mientras que los compromisos de febrero reconocieron 4,357 pesos.
"El notorio predominio de la corriente vendedora quitó estímulos para la operatoria en los mercados de futuros, que muestran un exiguo monto de negocios a pesar de las referencias fijadas por las posturas de ventas oficiales", opina Gustavo Quintana, de López León Brokers.
Entretanto, la plaza financiera goza de una cómoda disponibilidad de recursos que favorece una gradual baja de las tasas de interés que se pagan por los plazos fijos mayoristas. De hecho, la tasa Badlar, que es la tasa promedio que se ofrece por colocaciones de más de un millón de pesos, bajó al 16,37 por ciento anual.
Pequeños y medianos ahorristas acceden a un rendimiento promedio del 15,72 por ciento anual, equivalente al 1,27 mensual, en el plazo de sesenta o más días, según el último relevamiento del Banco Central.
Fuente: Télam