Así, durante todo 2012 el Fondo trepó 22,7 por ciento, incluyendo el ingreso de capital nuevo de 4.000 millones de pesos el último tramo del año.
Entre los activos que redituaron los mayores rendimientos, el valor de las acciones adquiridas por el FGS registró un alza de 14,6 por ciento, seguida por los títulos y las obligaciones negociables, con 10,4 por ciento.
El resto de las inversiones, como los depósitos a plazo fijo y los proyectos productivos o de infraestructura, entre otros, creció 0,3 por ciento.
De las inversiones del Fondo, los títulos y las obligaciones negociables representaron 65,1 por ciento; los proyectos productivos o de infraestructura, 13 por ciento; y las disponibilidades y otros, 9,2; las acciones, 6,5 por ciento y los depósitos a plazo fijo, 6,1.
Si bien los proyectos productivos o de infraestructura volvieron a ocupar el segundo lugar en participación relativa sobre el valor total del FGS, en términos nominales descendieron 2,7 por ciento debido a la cancelación de YPF de 1.371,2 millones de pesos en deuda contraída.
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Aun con esa merma, el peso de los proyectos productivos o de infraestructura fue de 13 por ciento, mucho más que el 2,2 que representaba en diciembre de 2008.
La rentabilidad del FGS ajustada por el riesgo de sus activos, fue mayor al valor correspondiente para los índices del Mercado de Valores (MerVal) y de bonos del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC).
Los dos parámetros más comúnmente utilizados para medir el riesgo de una cartera de inversiones son los coeficientes de Sharpe y de Sortino.
Durante el cuarto trimestre de 2012 los coeficientes correspondientes para el FGS fueron superiores que los del Merval y de bonos IAMC, lo que significa que, manteniendo constante la unidad de riesgo, las decisiones de inversión del Fondo fueron más rentables.
Además, mientras las acciones a las que apostó el FGS en su conjunto subieron 14,6 por ciento, el promedio de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires al finalizar 2012 fue de 9,4.
Incluso si se miden los dos últimos años, el rendimiento del FGS fue de 37,5 por ciento, muy por encima del 19 del Merval; y apenas por debajo del 44 de los bonos del IAMC.
La principal inversión en acciones del FGS corresponde a papeles de Telecom, con 3.752 millones de pesos; seguida de Banco Macro, con 2.202 millones; Siderar, con 1.858 millones; Grupo Financiero Galicia, con 1.194 millones; y Molinos Río de la Plata, con 1.079 millones.
En cuanto a bonos, el cuasi par de la deuda pública se lleva la mayoría de los desembolsos, con 49.273 millones de pesos, al que le sigue el papel con descuento en dólares, con 21.066 millones; el BONAR 2018 en dólares, con 14.320 millones; el BONAR 16 Badlar, con 10.990; y el BONAR X en dólares, con 10.074.
Por el lado de los proyectos productivos, la principal inversión en títulos está en la central Atucha II, con 10.045 millones de pesos; y después vienen el Fondo Fiduciario para Obras Públicas, con 6.193 millones; las represas Barragán y Brigadier López, con 5.540 millones; la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), con 2.796 millones; y el Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, con 1.856 millones.
El FGS se creó en diciembre de 2008, tras la recuperación del Estado del manejo de los aportes previsionales en poder de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP), y la suma inicial fue de 100.403 millones de pesos.
Cuatro años más tarde, ese número creció 143,8 por ciento, sumando 144.396 millones de pesos al Fondo.
De esta manera, no obstante la adversidad del contexto económico-financiero internacional, desde el cuarto trimestre de 2011 el valor del FGS ha venido aumentando ininterrumpidamente, particularmente durante el último semestre.
Fuente: Télam
