De ahí surge que la tonificación de las cotizaciones internacionales de las materias primas agropecuarias no tuvieron efecto sobre el volumen de los negocios, dado el ciclo de las cosechas y más aún de la ganadería.
Por el contrario, más flexible se mostró el sector manufacturero industrial, ya que a un alza de 8% de los precios respondió con un crecimiento de las operaciones en términos físicos de 24 por ciento.
Los subrubros que registraron mayores aumentos (en valores absolutos) fueron, en valor, grasas y aceites, material de transporte terrestre, cereales, piedras, metales preciosos y sus manufacturas, productos químicos y conexos y productos lácteos.
Ineficacia de las restricciones de Comercio
En el caso de las importaciones el aumento se sustentó en las cantidades 24% y en menor medida en los precios (10%), pese a la ampliación a comienzos de año de las licencias no automáticas.
Todos los rubros registraron incrementos en valores absolutos, excepto vehículos automotores de pasajeros, que disminuyó levemente. Se destacó el crecimiento de las compras de combustibles y lubricantes, bienes de capital, bienes intermedios y piezas y accesorios para bienes de capital.
En el primer semestre del año la balanza comercial fue superavitaria en u$s5.786 millones, representando una disminución del 21% con respecto a igual período del año anterior.
El total exportado fue de u$s40.022 millones contra u$s34.236 millones desembolsados en importaciones. Estos datos representaron aumentos de 25% y 38%, respectivamente, comparándolos con igual período del año anterior. (Infobae)