En la nota enviada por mail, Koenigsberger explicó que "Gramercy está formando un grupo ´ad hoc´ y la dirección del Comité con otros titulares de Argentina de reestructuración bonos para formalizar una propuesta" de canje de deuda privada.
La propuesta de este grupo ´ad hoc´ es resignar parte de intereses ganados por los bonistas desde el 2014 al 2018 -con un escenario base de 1.450 millones de dólares-, para compensar a los fondos buitre y holdouts con una oferta mejor que la que Argentina ofrece a los propios bonistas.
La iniciativa es de difícil implementación, no obstante, ya que requiere de la aceptación, por un lado, de mayoría de bonista del canje en ceder beneficios por intereses, y de que todos los holdouts, que tienen 6.000 millones de dólares en deuda nominal en default, acepten el canje.
El gancho para los bonistas del canje es la recuperación que tendrán los bonos que ya tienen en su poder y los que podrían comprar en un futuro, lo que les permitiría obtener rendimientos de alrededor de 24%, (contra un costo de 20%), ya que la especulación es que la Argentina reducirá el riesgo país a tasas de un dígito.
Agregó Koniesberger que "el comité está en fase final de contratación legal y asesores financieros", al tiempo que aclaró que se trata de "un intento de crear una solución de una década de antigüedad enfrentamiento, los tenedores de bonos de cambio han celebrado varias reuniones en el último par de semanas".
"Esperamos ofrecer más detalles sobre nuestra plan, que creemos que beneficia a todos los tenedores de bonos, en el las próximas semanas" agregó el inversor.
Una vez conocida la iniciativa, los fondos buitre advirtieron que sólo están dispuesto a "negociar" un acuerdo con el gobierno argentino y que no tienen interés en mantener conversaciones con los tenedores de bonos.
De esta forma se pronunció el fondo Elliott, que lidera la causa contra la Argentina que se terminará de definir en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Habrá que ver si, con el correr de los días, los fondos buitre cambian de parecer durante las negociaciones que se tejan desde ambos bandos.
En tanto, el Gobierno se mantiene al margen de la iniciativa privada, y firme en que desarrollará oportunamente el canje de deuda III, donde ofrecerá las mismas condiciones que recibieron los acreedores en el canje II del 2010.
Esto implicará que, si Gramercy logra prevalecer con la iniciativa, los bonistas del canje comprarán la deuda de los holdouts y la colocarán en un fideicomiso, a la espera de la realización del canje con la Argentina.
La operación quedará completada una vez que la Argentina entregue a ficho fideicomiso los bonos nuevos del canje, y reciba los bonos en default.
Fuente: Télam