El cauteloso apoyo a Kirchner de los ejecutivos, que apuntó por un lado a bajar el tono a los comentarios acerca de la crisis institucional y por otro a marcar la agenda que buscan tratar con el próximo Gobierno, se tradujo en la minimización de la renuncia de Menem como hecho político, y en la bienvenida a la continuidad de la política económica del ministro Roberto Lavagna, a quien conminaron sin embargo a realizar "reformas de fondo" hasta ahora postergadas. (Télam)