El rebrote inflacionario destacado por las consultoras coincide con la recuperación de la economía a partir del cuarto trimestre del año pasado, si bien en el resto de los países de la región el crecimiento de la actividad no vino acompañado de un incremento generalizado de los precios.
El fenómeno fue relativizado por el ministro de Economía, Amado Boudou, para quien en realidad hay un "reacomodamiento de precios relativos" y por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien sostuvo que las subas no son generalizadas sino que se circunscriben a la carne vacuna.
Al respecto, la presidente Cristina Kirchner admitió que la carne "ha subido y mucho", pero lo atribuyó a las lluvias y a una supuesta decisión de los productores de retener hacienda para engordarla.
En cualquier caso, la carne vacuna tiene una participación del 6,197% en el total de la estructura del IPC, por lo que si aumentara un 10% incidiría en 0,62 punto porcentual en la inflación total.
Las explicaciones oficiales tuvieron una réplica esperada desde los dirigentes de la oposición, pero también de figuras del propio oficialismo, como el secretario general de la CGT y vicepresidente segundo del PJ, Hugo Moyano, y el gobernador de Tucumán, José Alperovich.
Posteriormente, Moyano intentó atenuar el impacto de sus declaraciones y señaló que no confrontaba "ni con el Gobierno ni con nadie", sino que decía "la realidad que vivimos". "Por supuesto que la inflación es preocupante. A todos nos preocupa y nos debe preocupar, pero no nos debe envolver en una situación de no saber resolver el tema", añadió.
Fuente: Infobae.com