“No es casualidad que, desde nubes de polvo, llueva tierra en la ciudad, y que la remoción de las rocas de las montañas acelere la producción de sulfuros, que con el aire y el agua producen drenajes con la consabida contaminación a cuestas, pues estos ácidos representan uno de los principales problemas ambientales de la minería general”, expresa un comunicado emitido por asociaciones que luchan en contra de la explotación minera de Bajo La Alumbrera y Agua Rica.