Por su parte, el Dow Jones perdió 1,6% y descendió hasta los 17.09,98 puntos, el menor nivel desde febrero pasado.
En Europa, las bolsas de Milán y Frankfurt fueron las más afectadas, con caídas del 2,6 y 2,34%, respectivamente. También cerraron en terreno negativo París (-2,06), Madrid (-1,81) y Londres (-0,56).
El petróleo Brent cayó 2,29% hasta los 46,08 dólares el barril, aunque el valor del crudo West Texas Intermediate (WTI) logró avanzar 0,83% con respecto al miércoles.
El yuan -la moneda china- logró frenar su caída y subió 0,1% hasta las 6,3891 unidades por dólar, luego de tres devaluaciones consecutivas dispuestas la semana pasada por el Banco Popular de China. La depreciación de la moneda china se agravó ayer con la decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) de postergar hasta septiembre de 2016 su inclusión en la canasta de monedas de libre convertibilidad aceptada por el organismo.
Sin embargo, la estabilización del yuan no logró disipar el pesimismo entre los inversores, que anticipan que la desaceleración de la segunda economía mundial tendrá amplias consecuencias negativas en otros mercados, fundamentalmente en aquellos países productores de commodities agrícolas y de insumos metálicos utilizados en la industria manufacturera china.
El índice de commodities elaborado por Bloomberg cayó a su mínimo nivel desde 2002 y acumula una baja de 7,2% en lo que va del mes, arrastrado por la merma de los precios del pétroleo, el níquel y el azúcar.
Según la agencia Bloomberg, los productores de commodities perdieron 2,05 billones de dólares desde el año pasado a causa de la caída en los precios internacionales, lo que equivale a todo el PBI de la India.
Las condiciones adversas en los mercados internacionales se agravaron tras conocerse las minutas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed), en las que el máximo organismo monetario de Estados Unidos mostró reservas con respecto a la recuperación de la economía global que podrían revertir la decisión de subir las tasas de interés previstas para septiembre de este año.
Pese a la mejora de algunos indicadores económicos en el país norteamericano, como la suba en las ventas de viviendas usadas y una tasa relativamente baja en la solicitud de subsidios de desempleo, la Fed no retiraría la última de sus medidas de estímulo monetario hasta no observar indicios sólidos de una recuperación global.
No obstante, una eventual suba del dólar también tendría un efecto negativo sobre los mercados emergentes, ya que agravaría una fuga masiva de capitales hacia Estados Unidos en busca de mejores rendimientos a través de instrumentos como bonos del Tesoro y otros activos.
Fuente: Télam