"La máquina, una de las que quedó dentro de los bienes tras el vaciamiento de la fábrica, realizado por los empresarios Fernando Blanco y Lorenzo Berriex, es vital para la continuidad laboral de la gráfica de la que dependen económicamente 16 familias", explicó a Télam el presidente de la Cooperativa Gráfica Vulcano, Daniel López.
Destacó que "como banco saben que sacando la máquina del taller, van a venderla mucho menos de lo que vale".
La negativa del Hsbc contrasta con la aceptación de otros dos bancos, el Nación y el Galicia, de renegociar los contratos de leasing de otras dos máquinas adquiridas a través de estas entidades.
"Sin esa máquina no podemos competir con nadie. Es la más importante, el corazón del taller. Ya no les importa la plata, solamente que seamos una cooperativa", remarcó López.
Por su parte, el presidente de Fedecaba, Hugo Cabrera, señaló que "esta movilización es importante para todos los compañeros vinculados con las distintas redes que hacen posible el trabajo cooperativo".
"Si no les brindamos la solidaridad y no hacemos notar que estamos todos respaldando, van a venir por todos nosotros", afirmó Cabrera.
Los trabajadores de Vulcano solicitaron la continuidad laboral al juez de la quiebra, Gerardo Santicchia, cumpliendo con todos los requisitos legales que establece el Artículo 190 de la ley de Concursos y Quiebras.
El conflicto laboral comenzó en 2011 cuando la planta contaba con 60 trabajadores; un año después despidieron mensualmente a varios; y un año y medio más tarde, la empresa contaba con 20 empleados en total.
Finalmente, en diciembre de 2014 se realizó un lockout patronal -que incluyó el retiro de maquinaria- y tres meses después, en marzo de este año, la empresa quebró.
Desde entonces, los trabajadores insisten en la continuidad laboral y aguardan en carpas fuera de la fábrica de Virrey Liniers 1437, en Capital.
Los mismos se organizaron conformando una cooperativa, que ya cuenta con su matrícula respectiva, y está avalada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) y el Ministerio de Trabajo.
Fuente: Télam