Un relevamiento del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano (CEDEM) identificó 51 ejes comerciales, con más de 15.900 comercios ubicados a lo largo de 657 cuadras de calles y avenidas de todos los barrios porteños, mientras que un estudio de la Federación de Comercio de Buenos Aires (FECOBA) relevó otros 49 ejes con potencial desarrollo futuro entre grandes avenidas, arterias principales, y calles laterales.
Di Pace explicó que el proyecto de Ley que crea el Programa de Centros Comerciales a Cielo Abierto se encuentra desde 2013 en la Legislatura porteña, pero ante su falta de tratamiento se elaboró un informe que se presentará el 12 de mayo en la Feria del Libro, para resaltar sus potencialidades y que cuenta con el respaldo de una treintena de entidades universitarias, gremiales, sindicales y sociales del Consejo Económico y Social porteño.
Entre las entidades que adhirieron al informe mencionó a la las facultades de Ciencias Sociales y de Ciencias Económicas de la UBA, Facultad de Ciencias Económicas UADE, Consejo Profesional de Ciencias Económicas, Colegio Público de Abogados, Adecua, las centrales de trabajadores CGT y CTA, FECOBA, la Confederación General Económica, la Asociación de Bancos, la Pastoral Social Arquidiócesis de Buenos Aires o la Asociación Mutual Israelita Argentina.
Di Pace precisó que el proyecto propone, como hicieron otras ciudades de Estados Unidos, Canadá o Europa, crear un impuesto adicional de Alumbrado, Barrido y Limpieza a pagar por los comerciantes de los centros comerciales que se beneficiarían con el programa, por lo que no tendría costo alguno para el Gobierno de la Ciudad y sus vecinos.
El debate está abierto respeto a la determinación de la tasa, ya que algunas ciudades la vincularon a la cantidad de metros cuadrados de cada local, otras a la ubicación dentro del distrito o el centro comercial y otros directamente mediante un porcentaje fijo común a todos adicional al equivalente al ABL en la ciudad de Buenos Aires.
"Las experiencias de otros países demostró que todos estaban dispuestos a pagar porque entre algunos de los beneficios que encontraban era contar con equipos de saneamiento permanente, seguridad privada, mantenimiento de la infraestructura urbana, y herramientas de ejecución de políticas de promoción, eventos y actividades asociativas entre los comerciantes", explicó Di Pace.
La oportunidad de este desarrollo del comercio de cercanía es un fenómeno que se registra en la Argentina y el mundo, ya que "todas las ciudades modernas transitaron el desarollo de los malls y las grandes superficies comerciales, pero ahora se experimenta la vuelta a la calle, al comercio de barrio. En la Argentina, en los últimos cuatro años la compra en los comercios de cercanía tuvo un incremento del 50%".
Di Pace citó como ejemplos la "apertura de supermercados chicos y autoservicios, formatos express, la instalación de marcas relevantes en calles y avenidas por las altas locaciones en shoppings y el fortalecimiento de las tradicionales carnicerías, verdulerías y almacenes por la demanda de los nuevos tiempos".
"El consumidor argentino cambió totalmente, pero no cuenta con una infraestructura pública que lo contenga y acompañe ese desarrollo", enfatizó el especialista en comercio minorista.
El desarrollo de los Centros Comerciales a Cielo Abierto -además de representar el rubro comercios y servicios el 60% de los ingresos brutos de la ciudad- se presenta como una alternativa de generación de empleos para la ciudad, ya que se estima que cada 1,2 millones de pesos en ventas los hipermercados generan un empleo, los shoppings 1,6 y los comercios de calles y avenidas 3,4 puestos de trabajo.
Fuente: Télam
