Según la entidad, que se presentó como querellante particular en la causa 1827/13 que tramita ante la Secretaría 7 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 7 a cargo del doctor Ariel Lijo, el predio ferial funcionaría como una "organización mafiosa de estilo italiano".
En ese proceso penal, se indaga sobre la existencia de talleres clandestinos, donde se reduce a seres humanos a la servidumbre, se falsifican marcas, se evaden impuestos, se retienen a personas incomunicadas y se facilita o promueve el ingreso o permanencia de extranjeros en forma ilegal.
CAME sostiene que estos talleres podrían ser parte de una organización a gran escala, una asociación estable y persistente en el tiempo con número indefinido de integrantes, pero dirigida por un grupo reducido con asignación de diferentes funciones, cuyo jefe principal sería "innegablemente el Sr. Castillo".
Se trataría de "una organización mafiosa tan grande que no solo tiene división de tareas en la estructura principal (como manifestación de una estructura interna), sino que además los eslabones menores actuarían en forma "celular", cometiendo delitos de todo tipo y especie, dirigiéndose a la cabeza de la organización (La Salada) para allí vender, colocar, lavar, etc. el producto".
"No hay que confundirse con una supuesta ´utilidad social´ que intentan justificar con la feria", señaló Cornide, sino que la organización de "La Salada" se basaría en una organización mafiosa de estilo italiano.
La Justicia y la AFIP también se encuentran abocadas, en diferentes fueros e instancias, a la investigación, ya que las ferias aparentan estar organizadas en y por cooperativas; pero sus verdaderos propietarios podrían conforman un núcleo concentrado, difuso y volátil porque los locales se compran, alquilan y revenden de manera muy fluida.
De esta manera, las sociedades y empresas creadas y vinculadas a la explotación de "La Salada", recurrirían a una conducta delictiva, en los términos de "Asociación Ilícita". Asimismo, se investigan la comisión de hechos, prima facie, encuadrados dentro de las figuras de evasión tributaria; reducción a la esclavitud y explotación de personas; permanencia ilegal de extranjero en territorio nacional e infracción a la ley de marca.
Según la CAME, la expansión de la venta ilegal "no solo destruye al comercio sino también al país, desalentando a la industria, a los emprendedores, la radicación de empresas, el diseño y el desarrollo de la nación".
"Es hora de investigar e imputar a los jefes de la organización criminal mafiosa; y así tratar de neutralizar esta gigantesca red delictiva que afecta no sólo a las Cámaras nucleadas a CAME, sino en definitiva a toda la sociedad en su conjunto, porque la venta ilegal es un imán para otros delitos como contrabando, robo y piratería de mercadería, falsificación, competencia desleal y corrupción", concluyó Cornide.
Fuente: Télam