Ante esta realidad que atraviesa el sector, el titular de la CAL dijo que "una salida importante para las micro, pequeñas y medianas editoriales fue la incorporación del libro en el programa Ahora 12", el plan de financiamiento que lanzó el Gobierno que permite financiar productos de fabricación nacional en 12 cuotas sin interés a través de tarjetas de crédito.
"Nuestras editoriales tienen que vender a través de todos los caminos posibles, ya que no pertenecen al grupo de cadenas que dominan el mercado, y esto ayuda a una presencia del libro en lo que es en el interior profundo porque significa mayor poder de compra y las librerías encuentran salida y efectivo inmediato", consideró Rubinzal en declaraciones a Télam.
Al respecto agregó el directivo que "el problema del desarrollo industrial obliga a provechar esa potencialidad que ofrece un programa amplio de financiamiento, lo que generó mucha actividad para talleres gráficos más chicos, ilustradores y escritores que son mano obra calificada desde lo intelectual".
En 2014 se registraron en la Argentina 28.010 títulos -con un crecimiento sostenido desde los poco más de 13.000 títulos de 2003- y 128.9 millones de ejemplares -frente a los 33 millones de 2003-, de los cuales 11.996 títulos y 24 millones de ejemplares pertenecieron a empresas editoriales que distribuyen directamente o en librerías.
Este Sector Editorial Comercial -que se diferencia de la Empresa Editorial- está compuesto de 717 empresas de las cuales el 54 por ciento imprime más de cuatro títulos al año con una tirada más frecuente de 3.000 ejemplares.
Rubinzal también destacó "avances importantes en las grandes compras de materiales por parte del Estado para las escuelas que en un porcentaje muy alto permitió la subsistencia y crecimiento de editoriales pymes y que permitieron demostrar que tienen calidad de contenido para ofrecer en todo el país".
El presidente de la CAL enfatizó la necesidad de incrementar la participación del Estado en el sector editorial ya que "si bien se avanzó mucho es necesario avanzar más porque el equilibrio entre las empresas pequeñas o micro por un lado y las multinacionales con presencia en un centenar de países sólo lo puede regular el sector público".
En ese sentido, Rubinzal respaldó el proyecto de creación del Instituto Nacional del Libro como "un lugar de trabajo que permitiría fomentar la edición y al comercialización y fortalecer la alianza directa entre editoriales independientes con librerías independientes".
"Naturalmente el autor novel no tiene donde acudir si no existen las pymes editoriales, lo que lleva a que se requieran estas políticas de estado porque mas allá de una lucha de intereses empresariales hay una coincidencia con el interés general", planteó.
La ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense concentran el 75 por ciento de la producción general y el 86 por ciento del Sector Editorial Comercial, y las principales temáticas registradas son la literatura (29%) y los libros infanto-juveniles (21%) seguido en menor medida por las Ciencias Sociales (11%).
Respecto a los soportes, el libro electrónico se mantiene constante en su participación al concentrar el 18 por ciento de los registros y mostrar un mayor grado de concentración entre las editoriales universitarias (públicas y privadas) donde cuatro de cada 10 publicaciones son en formato digital.
Finalmente, la balanza comercial finalizó 2014 con importaciones por 40,7 millones de dólares y exportaciones por 28,8 millones, lo que arrojó un saldo negativo de 11,8 millones pero muy inferior al registrado en 2013 cuando el rojo alcanzó los 21,5 millones.
Fuente: Télam