Además faculta a que promuevan acciones tendientes a "denunciar las consecuencias que tienen las maniobras especulativas de los fondos buitres, para los/as trabajadores/as y para el desarrollo sostenible, justo e inclusivo de las sociedades".
Y autoriza sus miembros a "desarrollar acciones para difundir a nivel regional y nacional las opiniones y propuestas del movimiento sindical sobre este tema y para hacerlas llegar a las representaciones gubernamentales que deberán llevarlas a la sesión de la Asamblea general de la ONU de 2015" .
En ese contexto, Baradel precisó que "existe una gran preocupación en el sector de los trabajadores ya que el fallo del juez Griesa es considerado como una amenaza para la soberanía de todos los países ya que estas maniobras especulativas atentan contra el bienestar de los pueblos, sus economías y democracias".
Aseveró que "de prosperar estas iniciativas fraudulentas, los gobiernos de los países afectados deberían recurrir a severos planes de ajustes para poder pagar los intereses usureros y eso perjudicaría especialmente a los trabajadores y al desarrollo sostenible de cada países".
Y remarcó que "cada Central de Trabajadores quedó facultada para acercarle a los gobiernos de su respectivo país el apoyo necesario para que el año próximo presente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas los fundamentos ecesarios y tratar una resolución global en el tratamiento de la reestructuración de las deudas soberanas".
La iniciativa de la CTA de los Trabajadores, y que hoy fue aprobada por el conjunto de las centrales sindicales internacionales, tiene su punto de partida el 9 de setiembre pasado cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por amplia mayoría (con sólo 11 votos en contra y 41 abstenciones) la resolución 68/304 "Hacia el establecimiento de un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deuda soberana".
Esa resolución de la ONU fue impulsada por el gobierno argentino y presentada por el Grupo de los 77 más China.
"La misma es un primer, pero importante, paso adelante en una de las reivindicaciones más sentidas por todos los que han analizado las causas profundas de la crisis que se desató en 2008: la necesidad imperiosa de poner reglas para prevenir y, en la medida de lo posible, evitar las recurrentes crisis de deuda soberana, los procesos especulativos que suelen acompañarlas y sus dolorosas consecuencias sociales", aclaró la CTA en un comunicado.
Fuente: Télam