En ese periodo, los ingresos del 10 por ciento de la población más pobre cayeron un 13 por ciento anual, mientras los del 10 por ciento más rico se redujeron sólo en un 1,4 por ciento, lo que ha contribuido a agrandar la brecha, reportó la agencia DPA.
Además, España se sitúa muy por encima de la media de los países de la OCDE en niveles de pobreza, que aumentó incluso tomando como referencia los ingresos anteriores a la crisis, constata la organización.
El grupo de edad con mayor riesgo de pobreza ha dejado de ser el de las personas mayores, que han quedado desplazados por los niños y jóvenes, alerta el informe.
Entre los motivos que explican esta evolución, la OCDE cita la caída del empleo -cifrada en un 16 por ciento y la segunda mayor en el seno de la OCDE después de Grecia- y la reducción de las prestaciones sociales, así como la subida de los impuestos a raíz de las reformas fiscales introducidas entre 2007 y 2012.
La OCDE también alerta del alto número de "trabajadores atípicos o con contratos no estándar" en España -trabajadores temporales, a tiempo parcial o autónomos- que suponen el 40 por ciento del total e incluso el 60 por ciento en el caso de los jóvenes entre 15 y 29 años. Los hogares que dependen de esos empleos tienen mayor riesgo de pobreza.
Para combatir esta situación, la OCDE llama a los responsables políticos a tomar medidas para impulsar el empleo y la incorporación de las mujeres en el mercado laboral, así como a mejorar la educación y la redistribución de la riqueza a través de un mejor sistema fiscal y de prestaciones sociales.
Fuente: Télam