La semana pasada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anticipó esta baja en el índice de desocupación, y destacó que, junto a este declive, también retrocede el trabajo informal. Recordó que cuando asumió Néstor Kirchner, en mayo de 2003, la informalidad rondaba el 50 por ciento.
El año pasado esa proporción se llegó a bajar al 39,3 por ciento, mientras que en la medición que se publicará en los próximos días se ubicará en el 37,3 por ciento.
"Hay más gente que tiene no sólo trabajo formal sino más oportunidades de vida", afirmó la Presidenta al dar a conocer las cifras.
En este marco, Cristina destacó que "el crecimiento más importante en los aglomerados por actividad se dio precisamente en la industria manufacturera".
En lo que respecta a los números informados por el INDEC, la tasa de desocupación del 8,4 por ciento del primer trimestre estuvo por encima del 7,5 del cuarto trimestre del año pasado.
En general, y debido a temas estacionales en cuanto a la oferta de mano de obra, los primeros trimestres de cada año tienen un índice de desocupación mayor al del último trimestre del año anterior.
Siguiendo con los datos de enero-marzo de este año, la subocupación demandante se colocó en el 5,8 por ciento (6,4 anterior) y la no demandante en el 2,4 por ciento (2,9), agregó el organismo.
Si se mide la desocupación tomando a los beneficiarios de planes sociales como desocupados, el índice se ubica en el 8,8 por ciento, también por debajo del 11,1 del primer trimestre del año pasado.
En medio de este panorama de empleo creciente, varios sindicatos continúan con sus demandas por mejoras salariales y de condiciones de empleo.
En este renglón se encuentran, entre otros, la Unión Obrera Metalúrgica, los mecánicos reunidos en SMATA, los del gremio de la Alimentación, y un sector de petroleros de la provincia de Santa Cruz. Con una población estimada en 40,0 millones de habitantes, y una tasa de actividad del 45,9 por ciento, la cantidad de desocupados ronda el millón y medio de habitantes.
A fines de 2006 la desocupación volvió a estar en un dígito, 8,7 por ciento. Desde mayo de 1994, cuando la desocupación trepó al 10,7 por ciento, la tasa se mantuvo en dos dígitos a pesar del crecimiento de la economía y los planes de "flexibilización laboral" que, teóricamente, servían para atacar el desempleo.
Estas cifras eran más que significativas si se toma en cuenta que ni siquiera en la hiperinflación del ’89 la desocupación había alcanzado los dos dígitos, y osciló entre el 7 y 8 por ciento.(Telam)