"Está claro que las inversiones en calderas que se concretaron en la industria azucarera están dando resultado; caso contrario, estaría todo el parque industrial parado", remarcó el industrial", remarcó.
Según el CART, en 2000 las fábricas azucareras de nuestra provincia consumían 180 millones de metros cúbicos al año, mientras que en 2009 la demanda se ubicó en los 120 millones. La disminución en el consumo del fluido vital fue nada menos que del 33%, aun cuando la molienda de caña de azúcar pasó de 9,6 millones en 2000 a 13,420 millones en 2009.
Colombres destacó que la zafra se desarrolla de manera satisfactoria, en lo productivo y en lo comercial, con una producción superior a la de 2009 a igual fecha, pese a que los rendimientos fabriles ahora son más bajos. "En el plano comercial el sector está bastante ordenado, porque hay equilibrio oferta y demanda, y se produce lo acordado con el Gobierno nacional para asegurar un precio sostén", indicó el empresario. Admitió que se produjo un reacomodamiento del precio del azúcar en el mercado interno. "Era previsible, porque estábamos con precios que eran consecuencia de una situación angustiosa de existencias. La idea ahora es mantenerlo en el nivel que se encuentra, entre los $ 125 y $ 140 la bolsa de 50 kilos", indicó. Los valores difieren según la calidad del azúcar y si el producto se vende de contado o a plazos. Según Colombres, el precio llegó a trepar hasta los $ 150 la bolsa.
Admitió que el precio externo del azúcar bajó mucho con relación a los valores del año pasado, pero aclaró que igualmente se encuentra en niveles razonables. "Hay que tener en cuenta que este año vamos a exportar poco, menos de 350.000 toneladas de azúcar, lo necesario para mantener equilibrada la oferta en el mercado interno", expresó Colombres. Recordó que la molienda actual comenzó en momentos en que las existencias de azúcar en el país eran prácticamente cero, lo que favorece las iniciativas para que no haya sobreofertas en el mercado interno. "Lo que ajustado que quedó el mercado obedeció a las exportaciones que se realizaron y al contrabando. También pudo haber habido compras preventivas a cargo de empresas que visualizan que faltará azúcar", resaltó.
El titular del CART también se refirió a las diferencias que separan a industriales y cañeros, en el marco del programa nacional de biocombustibles, que se puso en marcha este año. La mesa nacional del azúcar -integrada por industriales y cañeros- trabaja en la determinación de un precio de la tonelada de caña que se destinará a la exportación y a la producción de etanol para biocombustibles. Hasta el momento, no se lograron unificar los criterios sobre el precio de la tonelada de caña excedente: los industriales pretenden pagar U$S 352 y los cañeros piden U$S 423. "La distribución del alcohol será poca, porque apenas 180.000 toneladas de azúcar serán reemplazadas por alcohol para naftas. Lo verdaderamente importante es cuidar el mercado interno, porque cada centavo que baja el precio del kilo de azúcar son $ 10 millones menos que ingresan a Tucumán", concluyó Colombres.
Fuente: lagaceta.com.ar