Las diferencias entre los índices de desempleo son amplias en el conjunto de los países miembros de la OCDE, con un máximo de 25,8 por ciento para España, que cuadruplica la media latinoamericana, y un mínimo de 4,2 en Japón.
Por su parte, en Estados Unidos la desocupación difundida semanas antes que se realizaran las elecciones presidenciales que ganó el actual mandatario Barack Obama, se situó en 7,8 por ciento, mientras que en Canadá se colocó en 7,4.
Después de España, el máximo nivel de desempleo se registró en Grecia, con 25,1 por ciento en julio, el último mes para el que la OCDE tiene datos oficiales.
A esos dos países les siguieron Portugal, con 15,7 por ciento; e Irlanda, con 15,1.
El desempleo permaneció por debajo de 5,5 por ciento en Australia, Austria, Alemania, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo y Holanda.
En tanto, en Argentina, la última cifra dada a conocer a fines del segundo trimestre arrojó un desempleo de 7,2 por ciento, apenas una décima encima del primero, pero manteniendo niveles comparativamente bajos con los registrados en las últimas décadas.
A pesar del leve incremento de la desocupación, el dato importante de la medición dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INdEC) es que el nivel empleo subió cinco décimas, de 42,3 a 42,8 por ciento en el mismo periodo.
Esto indica que en medio de una fenomenal crisis financiera internacional que destruye trabajos en los países desarrollados, la Argentina no solo evitó la pérdida de empleo, sino que pudo seguir creando puestos para sostener la demanda de los nuevos actores que fueron incorporándose al mercado laboral en estos meses.
Esta situación se dio en general en Latinoamérica, donde México redujo su desempleo de 5,4 a 5 por ciento en septiembre respecto de agosto; y Brasil, donde la desocupación se ubicó en 5,4 por ciento, una décima más que el mes anterior, pero en el nivel más bajo en diez años.
Incluso el desempleo en Venezuela resulta más bajo que el de los países desarrollados: 7,3 por ciento en setiembre.
Las cifras latinoamericanas, además de resultar más bajas que las de la OCDE, contrastan fuertemente con la Eurozona, especialmente con España y Grecia, donde uno de cada cuatro ciudadanos no tiene empleo.
Fuente: Télam