Pero ello es solamente un aspecto de la cuestión. Las condicionalidades exigidas por el Fondo fueron cada vez mayores y con características de verdaderas intromisiones en la política económica interna. Ninguna de ellas podrían exhibirse como que posibilite que Argentina emerja de la grave crisis que la conmueve profundamente. Por el contrario, según nuestro criterio, cada una de las exigencias del Fondo, aceptadas acríticamente, contribuyeron y contribuyen a ahondar y agravar la crisis.
En la actualidad el gobierno ha decidido no efectuar ningún pago hasta no llegar a un compromiso firme con el FMI que garantice la firma del acuerdo.
Mientras continúa la discusión ´acuerdo o no acuerdo´, el dólar está bajando su cotización en el mercado cambiario. El Banco Central siguiendo una política lógica absorbía los dólares y, naturalmente, pagaba en pesos. El FMI por su parte, impone su criterio de que la relativa abundancia de pesos, era negativa e inflacionaria. Desconociendo lo elemental, que cambiar dólares por pesos de ninguna manera puede tener efectos nocivos para el sector económico financiero del país.
Siguiendo los lineamientos del Fondo y para frenar la escalada bajista del dólar, el gobierno ha tomado una serie de medidas: liberación del mercado cambiario, de las importaciones y de las remesas por utilidades y dividendos de las filiales de las corporaciones transnacionales y lo que es aún más preocupante que los exportadores puedan liquidar sus divisas en el exterior. ¿Algún día las retornarán?
Demás sería señalar nuestro desacuerdo con estas medidas.
{adr}Sin entrar a examinar minuciosamente las cifras, señalemos que lo que están liquidando los exportadores corresponde a operaciones del año anterior y para este año 2003 se calcula que el superávit comercial y de turismo rondará los 18.000 millones de dólares, que sumado al remanente del año pasado nos daría una masa del orden de los 25.000 millones. Este monto, francamente impactante, al que habría que añadir a la capacidad productiva disponible y a la necesidad de creación de nuevos emprendimientos, proporcionan la posibilidad real y concreta para lograr el relanzamiento económico del país, crear empleo no ficticio, y comenzar un proceso creativo y transparente para terminar con el hambre y la pobreza.
Los dólares producidos en el país son fruto del trabajo y del esfuerzo nacional y no deben ser dilapidados, tienen que ser utilizados para emerger de la crisis más prolongada de nuestra historia.
Naúm Minsburg
Fuente: ARGENPRESS.INFO