Debido a la distorsión en las cuentas que genera la inflación, el INDEC decidió agregar al método de medición el análisis de la recaudación de supermercados y centros de compra a través de precios constantes y desestacionalizado, para evitar ese efecto distorsivo.
Sin este factor que quita el efecto inflacionario, a precios corrientes las ventas de los supermercados en julio alcanzaron a 1.398,5 millones de pesos, un 22,2 por ciento más que en julio del año pasado, y 4,8 por ciento por sobre los valores de junio.